viernes, 24 de abril de 2015

CAPITULO 33





Se sentía algo aliviado. Soledad había vuelto de viaje, y podría hablar con ella cuanto antes. Seguramente se lo tomaría mal, y empezaría a arrojarle todo cuanto tuviera a mano por la cabeza, pero era un mal necesario.


No sabía que iba a pasar con Paula. Probablemente nada. 


Que él sintiera cosas por ella, no tenía por que cambiar nada.


Pero no podía seguir con Sole. La quería demasiado para
lastimarla. Ya se lo habían hecho una vez a él, y sabía como dolía.


Había querido verlo esa noche.


Podría haber sido más fácil tal vez, ir, solucionarlo todo y poder volver con Paula. Pero no.


No podía ser un trámite tampoco, tenía que tomarse su tiempo. Se lo debía. Hablar tranquilos… terminar de la mejor manera posible.


Y además pensaba que no había nada que lo pudiera sacar en ese momento de donde estaba. Se abrazó más a ella, notando su respiración profunda.


Se había dormido otra vez.


Le besó la frente y cerró los ojos para dormir también.


Cuando se despertó, ella no estaba a su lado. La escuchó en la cocina, seguramente preparando la cena. Se dio una ducha rápida y se cambió.


En su celular tenía un mensaje de Soledad, contándole que como había llegado temprano a su casa, había llamado a su madre para salir a comer.


Genial.


Lo único que le faltaba.


Sus padres nunca le perdonarían que terminara esa relación. La adoraban.


Tenía también una llamada perdida de su madre. Puso los ojos en blanco, y marcó su número esperando a que lo atendiera.


—Hola Pedro. ¿A que no sabés con quien estamos? – dijo
sonriente


—Si sé. – contestó sin humor, pero su madre no pareció notarlo.


—¡Sole! Vino antes del viaje. Estamos por ir a comer. ¿Por qué no venís? – Oh Dios.


—Porque no puedo, ella sabe. – suspiró tratando de llenarse de paciencia.


—¿Dónde estás? ¿Qué puede ser más importante que ver a tu novia apenas llega de viaje, hijo? – deseó con todas sus fuerzas que no estuviera diciendo eso en frente de ella. No le parecía justo.


—Ya tenía planes, mamá. – se frotó los ojos. —Mañana la voy a ver, no empieces.


Se alejó el auricular del oído sabiendo perfectamente que le diría de todo menos lindo hasta fastidiarlo peor de lo que ya estaba.


—Te tengo que cortar, estoy manejando. – mintió.


Salió a la sala y vió que Paula ponía la mesa para los dos tranquila.


Levantó apenas la vista.


—¿Te tenés que ir? – preguntó como si nada. Lo había escuchado.


—No. – se encogió de hombros. —Era mi mamá, quería salir a comer, porque vino una amiga de viaje.


Le sentaba terrible mentirle.


—En realidad no es cualquier amiga, es Soledad. – le aclaró.


—No me tenés que contar, Pedro. – se atajó. —No me interesa en lo más mínimo.


El asintió con la cabeza una vez y se quedó mirando para abajo. No le había gustado esa contestación. Le había dolido un poco.


Reponiéndose, la ayudó y se sentó a la mesa para comer.


—Cuando estabas durmiendo me llamó Caro. – dijo cambiando de tema. —Van a salir hoy también con tus amigos, y nos invitaban.


—¿Vos que les dijiste? – no tenía ganas. Quería quedarse ahí con ella. Solos los dos.


—Yo les dije que no tenía ganas, pero que no sabía si vos querías. Que te iba a preguntar. – le sonrió. —Es temprano, todavía podes juntarte con ellos y salir porque se iban a casa de Muri que vive cerca.


La miró detenidamente.


—Yo no quiero irme. – ella se quedó mirándolo por un segundo y sonrió apenas, sin querer. —Me quiero quedar con vos. – ella miró su plato y frunció un poco el ceño.


—No estamos jugando ahora, no tenés que hacerme caso. De verdad, salí si querés. – su tono era raro.


Estiró su mano para rozar la suya y ella se paralizó.


—Prefiero quedarme con vos. – insistió.


—Ok. Ahora les escribo para avisarles. – se sentó más derecha y disimuladamente se soltó de su agarre. —Podemos ver unas películas después, tengo algunas que hace mucho quiero ver y nunca tengo tiempo.


—Me encantaría. – dijo sinceramente con una sonrisa.


Entre irse de fiesta con amigos, y estar en casa de Paula viendo películas, no tenía nada que elegir. Era obvio.


Ella volvió a sonreírle y todos los problemas que había creído tener antes, desaparecían.


Sos hermosa, pensó. Sos realmente hermosa.









3 comentarios:

  1. Muy buenos los 3 caps. Paula es un hueso duro de roer, va a costar que se de cuenta que lo ama-

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  2. Esta historia me tiene atrapada, me encanta.!!! Buenisimos capitulos !!! Gracias Carme

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  3. Esta historia me tiene atrapada, me encanta.!!! Buenisimos capitulos !!! Gracias Carme

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